El dominio psicomotor, que mejor debería denominarse simplemente motor, se ocupa de clasificar las capacidades motrices.
Su teoría estaba basada en la idea de que no todos los objetivos educativos son igualmente deseables.
Bloom definía seis categorías, de progresiva complejidad: Conocimiento, Comprensión, Aplicación, Análisis, Síntesis y Evaluación.
Para el dominio afectivo, la taxonomía más útil es la de Krathwohl, con cinco categorías: Recepción (atención), Respuesta, Valoración, Organización y Caracterización.
En lo que respecta al dominio (psico)motor, el ámbito menos desarrollado en las investigaciones de Bloom, podemos encontrar una taxonomía muy correcta en Jewett, que define hasta siete categorías: Percepción, Formación de patrones, Adaptación, Afinación, Variación, Improvisación, y Composición.