Otras localidades cercanas son Tahal, Benitorafe, Chercos y La Fuente de la Higuera.
Procede del bereber y su significado sería «hijo de Taglab» (linaje árabe).
[5] Este indicador nos muestra la dificultad que tendría para desarrollarse una agricultura mecanizada, obligando a la construcción de bancales.
Todo el territorio está dentro de la cuenca hidrográfica del río Almanzora.
Las lluvias son irregulares y torrenciales,[2] no excediendo los 500 mm anuales.
El municipio de Benitagla todavía no cuenta con un PTEL que cumpla con la Ley 5/2010 sobre autonomía local.
En los barrancos se observan zarzales, mimbreras, cañaverales y alameda.
La iglesia era antigua mezquita (siglos XIV-XV), por lo que los moriscos no la quemaron.
El horno de pan está en condiciones y las casas habitables pero desiertas, los dos molinos estaban hundidos.
Estaba en condiciones, no tenía ornamentos, los traía el beneficiado de Alcudia cuando venía a celebrar misa.
Antiguamente la construcción se realizaba con materiales de la zona, por accesibilidad y economía.
La vivienda tradicional era de dos plantas, los materiales eran piedra, tierra, madera, barro, cañas, esparto y cal.
En la planta baja solían estar el salón con la típica chimenea, alacenas labradas en la pared, además de otras habitaciones como la despensa, el dormitorio principal y “el” o los corrales.
En la planta superior a las habitaciones se les llamaban “cámaras”, usadas para dormir, guardar utensilios de labor o alimentos (jamones, paletillas, patatas, grano,…).
Estos últimos en unas separaciones llamadas “atrojes” El acceso a la vivienda se hacia por puertas formadas por un postigo con cerradura que daba acceso al bolo por detrás, empotrado en uno de los laterales de la pared, este se sacaba o metía para abrir o cerrar del todo la puerta.
En la fachada de las casas solía haber una argolla para amarrar a las bestias mientras se les ponían o quitaban los aperos.
Las culturas morisca y cristiana, por tanto tiempo como permanecieron en este municipio, representadas por media luna (creciente) y la concha respectivamente; y el «castillico» - castillo en ruinas que aún permanece-, obra de las mencionadas culturas, pintadas los tres de rojo denotando las luchas libradas durante esa época.
Todas las casas están labradas de losa, tierra y tejas rojas.
Próxima a ella hay unos restos de la única almazara que se conoce en el término municipal.
Con fachada sencilla, muros encalados y construida sobre mezquita nazarí conservando trazas del minarete.
Las imágenes originales y el archivo parroquial se destruyeron en la guerra civil española.
No se encuentra en un buen estado de conservación debido a labores agrícolas.