[1] En sus terrazas, al aire libre, ofrecían a sus clientes durante la temporada de verano, helados diversos y cine mudo.
En esas frías madrugadas del invierno, los campesinos, antes de subir a majencar, aviar cornijales, caballones y ciecas,[3] se pasaban por la Plaza del Arenal a tomarse un café caliente con un chorro ("chorrico") de Brandy y combatir así los esfarates anímicos y físicos de la helada.
El Belmonte se servía humeando en humildes vasos de vidrio que había que coger con la punta de los dedos pulgar y meñique, para no abrasarse la mano.
[6] La receta original consiste en un café manchado de leche condensada al que se le añade un chorro del citado brandy.
Un manchado es un café expreso al que se le añade una dosis de leche condensada.