Durante veinte años ella vive una vida apartada.
Al fallecer en 1488 era Hermana de la orden franciscana Santa Clara.
Baptista era una mujer instruida de la aristocracia que había realizado estudios de filosofía e idiomas, y era una poetisa y oradora.
Se escribía con otros eruditos de su época como por ejemplo Leonardo Bruni.
[1][4] Battista saludó al Emperador Segismundo a su paso por Urbino en 1433, con una oración en latín, la cual aún medio siglo después fue considerada digna de quedar registrada en los papeles.