Batalla del río Cefiso

Los almogávares, encontrándose en gran inferioridad numérica, analizaron las posibilidades ofrecidas por la configuración del campo de batalla.

Desviaron el curso del río Cefiso aguas arriba del ahora desaparecido lago Copaide, inundando de este modo la llanura que se extendía ante ellos, a la vez que labraban los terrenos de pasto para hacer pasar el agua por ellos (a semejanza con la batalla de Maratón, en la que los atenienses sembraron de obstáculos la llanura para frenar a la caballería), pero este hecho suponía que no habría ninguna posible línea de retirada, ya que los almogávares quedaban encajonados entre el lago Copaide, el río Cefiso y los enemigos francos.

Cuando los francos aparecieron por el horizonte, formados en línea de batalla, se puso de manifiesto su gran superioridad, de modo que los únicos aliados con que contaban los almogávares, los turcopolos (soldados de etnia turca que combatían a su lado), se desbandaron y huyeron, acrecentando todavía más la superioridad franca.

Los almogávares se abalanzaron sobre los enemigos ahora indefensos, aprisionados en el barro por el peso de sus armaduras, y los fueron exterminando con facilidad.

Mientras la infantería almogávar eliminaba metódicamente, uno a uno, a todos los prohombres y caballeros más influyentes del reino franco, la caballería se arrojaba sobre la infantería franca en retirada, con la ayuda de los turcos, que al ver la derrota franca regresaban al campo de batalla.