Después de recibir un mensaje anónimo que le hizo pensar que los realistas eran pocos, el coronel García tomó la decisión de atacarlos.
Los patriotas primero tuvieron la ventaja sobre los realistas, y la victoria parecía estar a la mano cuando surgieron refuerzos realistas y derrotan a los patriotas, que dejan casi 410 muertos en el campo de batalla.
Entonces, siguiendo un plan acordado de antemano Piedra atacó a los patriotas frontalmente y luego simuló una retirada, por lo que García, ignorando la emboscada que le habían preparado, inició la persecución de su enemigo y cayó, precisamente, en el lugar en el que el cura Benavides, al mando del grueso de la fuerza militar, lo estaba esperando.
El parte de guerra enviado por el Coronel Piedra, es desmesuradamente exagerado, al afirmar que más de 400 cadáveres pertenecientes a los patriotas, quedaron en el campo de batalla y que 129 fueron hechos prisioneros.
Al respecto el historiador D`Amecourt manifiesta “Es un error aceptar candorosamente las exageraciones del jefe realista; ya que, como hemos viso, solo fueron despachados por Babahoyo y Zapotal unos 200 hombres, que podríamos hacer subir hasta 300 con los incorporados; y de ellos, como decimos, fueron presentándose en Babahoyo, desde el día 5, los grupos dispersos, que regresaban fielmente a sus filas[2] Pero Guayaquil es un puerto y, por lo tanto, puede recibir refuerzos.