Debido al gran número de soldados otomanos que perdieron la vida (en su mayoría congelados durante la retirada, pues la batalla tuvo lugar en pleno invierno), los turcos se refieren a este suceso como Sarıkamış Faciası, el "Desastre de Sarıkamış".
En el momento de producirse la batalla, las luchas entre los imperios turco y ruso se remontaban casi 300 años atrás.
A partir del siglo XVIII los rusos habían expulsado lentamente a los turcos de Ucrania y Crimea y durante el siglo XIX habían proseguido su avance hacia el Cáucaso y los Balcanes, donde habían recabado el apoyo de otras potencias para instalar una serie de nuevas monarquías independientes que los zares pensaban poner bajo su tutela.
Enver Pasha decidió movilizar hacia el noroeste de Anatolia al mayor contingente militar del Imperio, el Tercer Ejército Otomano, compuesto en ese momento por unos 190 000 hombres.
Lo mismo hizo Yudenich con su inmediato superior, el gobernador ruso del Cáucaso Illarion Vorontsov-Dashkov, quien le había ordenado retroceder a Kars para reforzar las defensas de la plaza.
Sarikamis fue más tarde descrita por un oficial alemán destinado en Turquía como "un desastre sin parangón en la historia militar por su rapidez y completitud".
Esta acusación sería la piedra angular del futuro Genocidio Armenio, continuando el proceso de matanzas y asesinatos colectivos iniciados en las masacres hamidianas.