Con la caída en poder texano de la ciudad de San Antonio Béjar, Goliad, y otras ciudades mexicanas en Texas, Santa Anna decidió personalmente ir a aplastar la rebelión.
Santa Anna dividió sus fuerzas para obtener la máxima cobertura.
Una de esas columnas estaba comandada por el general José Urrea.
Los rebeldes texanos Grant, Johnson y Morris planearon dirigir un asalto a la ciudad de Matamoros.
Grant Morris también fue sorprendido por el ejército de Urrea, ya que acamparon en Agua Dulce.