Batalla de San Carlos (Misiones)

Durante cuatro días se trenzaron en intensos combates, entre los luso-brasileños y los defensores de San Carlos.

Mientras tanto se siguieron produciendo intensos combates entre sitiados y sitiadores.

El día 3 de abril, favorecido por los focos de incendio que se habían producido y el estallido del polvorín que ocasionara numerosos muertos y heridos, se realizó el asalto final.

El trance de morir quemados obligó a muchos a rendirse, mientras otros, en un recurso de riesgo extremo, intentaron una salida violenta, buscando romper las líneas enemigas.

Entre ellos el propio Andresito, que ―según Martín de Moussy― logró escapar con sus mejores soldados.