La invasión del día D se empezó a planificar en primavera de 1944.
[4] Como indica una fuente: «Al dividir a las fuerzas nazis en varios frentes distintos, los Aliados impidieron que Hitler asestase un golpe mortal a la URSS o concentrase un ejército invencible en la costa de Normandía».
[6] Algunos historiadores señalan que Ortona tenía una gran importancia estratégica, ya que era uno de los pocos puertos de aguas profundas servibles en la costa este, y era necesario para atracar buques aliados y acortar las líneas de suministro del Octavo Ejército, que, en aquel momento, se remontaban a Bari y Tarento.
El general Joachim Lemelsen, el comandante temporal, contestó: «Cuesta tanta sangre que no se puede justificar».
[9] No obstante, los Aliados creyeron que sería una batalla pequeña y siguieron adelante con el plan.
Los alemanes estuvieron a la altura de las circunstancias y defendieron la ciudad con gran determinación.
Esta táctica se utilizó repetidamente, ya que atacar por las calles acarreaba numerosas bajas tanto para las tropas canadienses como para las alemanas.
Los canadienses perdieron 1375 hombres[19] durante las batallas del río Moro, de las cuales formó parte Ortona.
[20] Según otras fuentes, las bajas canadienses ascendieron a 2300 (incluidos 500 muertos) antes de que los Aliados se hicieran con la ciudad.
[24] Ortona fue liberada, pero las fuerzas canadienses calificaron el mes como el «diciembre sangriento» debido a todas las bajas en la ciudad y sus alrededores.
Con un coraje extraordinario, los canadienses se impusieron y, justo después de Navidad, terminaron asegurando la ciudad».