Línea Gustav

La línea fortificada se extendía desde el mar Tirreno, justo al norte del punto en el cual el río Garellano (Garigliano en italiano) desemboca en el mismo, seguía hacia el oeste a través de los montes Apeninos y llegaba hasta la desembocadura del río Sangro en el mar Adriático.

Las tropas alemanas en Italia se encontraban al mando del mariscal Albert Kesselring, mientras que la defensa de la Línea Gustav había sido confiada al general Heinrich von Vietinghoff, del X Ejército alemán.

El VIII Ejército británico se hallaba bajo el mando del general Oliver Leese, dado que el general Bernard Montgomery estaba igualmente ocupado en los preparativos del ataque a Normandía.

Aunque los Aliados atravesaron en varias ocasiones el obstáculo que suponía el río, los constantes contraataques alemanes les rechazaron hasta el 30 de enero.

En esta fecha lograron alcanzar los muros de la Abadía, que ya se encontraba en ruinas tras los bombardeos aliados, aunque sin poder asegurar el dominio sobre la misma.

Las distintas líneas defensivas en el sur de Italia (la línea Gustav en rojo)