Entraron en Pamplona y ahorcaron a muchos habitantes como castigo y escarnio,[cita requerida] también como aviso para prevenirse de ataques por la retaguardia, como ya le pasó a Roldán en la batalla de 778.
[b] La batalla se libró en los claros previos al puerto montañoso, donde las fuerzas vasconas sorprendieron a las francas formadas por guardias gascones, que sufrieron una derrota semejante a la recibida 50 años antes.
Los generales francos, condes Eblo y Aznar, recibieron destinos muy distintos.
Eblo fue enviado a Córboba como trofeo y símbolo de la cooperación que Íñigo buscaba con ellos.
Algunos historiadores, como Vicente José González García, defienden que esta fue la "auténtica batalla de Roncesvalles" dejando la batalla del año 778 como una mera leyenda medieval, aunque esta es una postura minoritaria, siendo ampliamente aceptada esta batalla como verídica y siendo considerada como la causa de la sucesiva formación institucional del Reino de Pamplona.