Batalla de Kurikara

Dividió su ejército en tres partes: un grupo lo envió a atacar a los Taira por la retaguardia, otro grupo fue enviado al pasaje para fingir una emboscada y la tercera se mantuvo en posición para atacar al centro.

Para poder realizar estos movimientos sin que los Taira los notaran, comenzó con un intercambio de flechas que tenían una cabeza en forma de bulbo, las cuales silbaban por los aires.

Este ritual se llevaba a cabo antiguamente como una manera de llamar a los kami, las deidades japonesas, para que observaran los actos de valor que estaban por protagonizar.

Las fuerzas centrales liberaron además a una manada de bueyes con antorchas encendidas en sus cuernos directamente hacia el ejército enemigo lo que generó gran confusión entre los adversarios.

Algunos atacaron a la manada, algunos otros intentaron huir perdiéndose en los pasadizos donde fueron muertos o se encontraron con el ejército principal.