[10] Posteriormente, en 271, Septimio Zabbai, otro general palmireno, avanzó sobre Anatolia y se le unió Zabdas en la primavera de ese año.
[15][16] Por la similitud de nombres, este monarca godo pudo ser Cniva, quien derrotó y dio muerte a Decio en Abrito.
[27] Siguió hasta Antioquía, donde el ejército palmirano le presentó batalla en Immae[29] pero los romanos prevalecieron[30] y luego derrotaron a la guarnición de Dafne (Harbiye).
[34] El ejército palmireno no había sido destruido, aunque si fuertemente debilitado, pero su general era capaz y su monarca aún conservaba su influencia.
[40] Esa misma cifra es mencionada como el tamaño del ejército palmirano que conquistó Egipto en 270, donde dejó una guarnición de 5000 soldados.
[39] El historiador Randall T. Saunders considera que esos números son exagerados, imposibles para una pequeña ciudad-estado ubicada en un desierto.
[39] Saunders lo considera exagerado, pues había dos legiones en el norte de África romano y aún si ambas estuvieran completas, algo poco probable, pues estaban dispersas en varias guarniciones, jamás hubieran podido movilizar tamaño ejército de campo, aún si consideramos que los contingentes auxiliares sumaran el equivalente a otras dos legiones.
[45] Los jinetes huyeron como pudieron, pisoteando a su propia infantería, refugiándose unos pocos en la ciudad mientras que el campo quedó repleto de soldados y caballos muertos.
[48] La reina y los restos de su ejército volvieron a Palmira, mientras hacia enormes esfuerzos para reunir tropas para defender la ciudad.
[49] El emperador entró en la ciudad y fue recibido entre aclamaciones, apoderándose de todo el tesoro que la reina no pudo llevarse.
[77] Aureliano dio media vuelta y sin pausa volvió a Palmira, saqueando la ciudad sin contemplaciones, masacrando a toda la gente que pudo, sin considerar edad o género,[78] y Antíoco fue dejado libre al considerarlo irrelevante.
Posteriormente marchó contra Alejandría, donde derrotó la rebelión de Marco Firmo el Cíclope, otro usurpador, y luego regresó triunfante a Roma.
[80] En cambio, otros autores afirman que la reina fue exhibida en Roma durante el desfile triunfal de Aureliano y dejó descendencia en la ciudad.
[16][81] El emperador le habría cedido una villa donde pasó el resto de su vida y sus hijas se casaron con nobles romanos.