Al trazar los planes para la invasión de Francia, los planificadores aliados consideraron que sería necesario asegurar un puerto de aguas profundas, para permitir que los refuerzos pudieran llegar directamente desde los Estados Unidos; si no, el equipamiento primero debía ser desembarcado en el Reino Unido, desempaquetado, protegido del agua y cargado en lanchas de desembarco para llevarlo a Francia.
El 9 de junio, la 101.ª consiguió atravesar el valle inundado del río Douve, capturando Carentan al día siguiente, ganando así un frente continuo.
Prácticamente no se podía enviar tropas móviles o acorazadas dada la amenaza que había sobre Caen, más al este.
Hacia el día 16 de junio ya no había obstáculos naturales frente a las tropas estadounidenses.
Incluso el mariscal Rommel quería retirar las tropas hacia las fortificaciones del muro atlántico en Cherburgo, desde donde podrían resistir un asedio durante unos días.
Hitler, dictando órdenes desde su refugio en Prusia Oriental, exigía que se mantuviera la línea, aunque existiera el riesgo de un desastre.
En 24 horas, tres divisiones de infantería estadounidense, la 4.ª, la 9.ª y la 79.ª se dirigían hacia el norte en un ancho frente.
El 26 de junio, la 79.ª División capturó Fort du Roule, que dominaba la ciudad y sus defensas.
Los alemanes habían minado y dañado el puerto hasta tal punto que Hitler concedió la Cruz de Caballero al contraalmirante Walter Hennecke el día después de que se rindiera, por «un hecho sin precedentes en la defensa costera».