Fue un choque entre la policía, que custodiaba una marcha legal del Partido Unión Británica de Fascistas -liderado por Oswald Mosley-, y por otro lado a diversos antifascistas incluyendo judíos locales, socialistas, anarquistas, irlandeses y militantes comunistas.
El fracaso de la marcha, gracias a la oposición antifascista, supuso el fin del fascismo en el Reino Unido.
La policía intentó limpiar el camino para que la marcha procediera, produciéndose así numerosos enfrentamientos entre los antifascistas y los agentes.
Gracias a estos enfrentamientos, finalmente la marcha no fue realizada y los fascistas se dispersaron huyendo hacia Hyde Park.
En la década de 1980 un gran mural representando la batalla fue pintado en St.