Batalla de Barcelona (1642)

El 22 de mayo, los campesinos sublevados entraron en Barcelona y lo pusieron en libertad.

En septiembre, el ejército de Felipe IV ocupó Tortosa con la alianza señorial catalana y del obispo de la ciudad, que, como la totalidad de los obispos que ocupaban las sedes catalanas, era políticamente realista.

La ocupación estuvo seguida de una durísima represión contra el pueblo sublevado.

Poco más tarde moría Pau Claris, y la difícil situación local e internacional, llevó a la Generalidad a proclamar conde de Barcelona y soberano de Cataluña al rey Luis XIII.

Las tropas franco-catalanas intentaron consolidar el dominio sobre las tierras de poniente y el sur de Cataluña asediando Tarragona, atacando Monzón, defendiendo Lérida y finalmente intentando recuperar Tortosa.