La basílica de María Auxiliadora se encuentra en Sevilla (Andalucía, España).
[1] En los sótanos del convento existen unas galerías donde, según la tradición, estuvieron presas las santas mártires Justa y Rufina,[2] patronas de la ciudad.
La iglesia, que se encontraba en ruinas ya en 1617, fue reconstruida a partir de 1621.
[4] En 1980 el cardenal José María Bueno Monreal le dio al templo el título de santuario diocesano.
En el interior se encuentra María Auxiliadora, realizada por el taller de Sarriá y bendecida por el cardenal Benito Sanz y Forés, siendo madrina del acto la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, en 1895.
Los cuadros que se encuentran en la parte superior del retablo mayor son San Félix de Valois, la Santísima Trinidad y San Juan de Mata, realizados por Joaquín Cabral Bejarano en 1814.
Si bien la parte pictórica ha sufrido varias restauraciones, una de ellas por el salesiano sevillano Ángel Ramos hacia 1928.
La última restauración la hizo el antiguo alumno salesiano, José Pérez Conde.
Con larga cabellera que le cae por la espalda, en la mano derecha porta un cetro y en la izquierda sostiene al Niño Jesús, que figura con los brazos abiertos.