Basílica de Santa María (Portugalete)

Sin embargo, este primer templo gótico pronto se quedó pequeño para una población que, con la expansión mercantil del siglo XV, crecía cada vez más.

Dos retablos situados en los frontales de las naves laterales dejaron espacio a un tríptico y una tabla flamencos.

En 1996 abrió sus puertas un Museo Parroquial, instalado en la que hasta 1983 fuera la moderna sacristía, adosada a la nave de la Epístola, prolongando la sacristía vieja en la parte cabecera, y construida en 1900 en estilo neogótico.

La cabecera, apenas desarrollada, consiste en un ábside central ochavado de tres paños.

La portada principal, en la fachada a poniente y bajo la torre, es obra protobarroca del siglo XVII.

A continuación, se describe más en detalle el interior del templo.

Empezando desde la entrada principal, a la izquierda: En el tercer tramo de la nave del Evangelio.

Aunque la sepultura correspondió a la familia Salazar, como indica el escudo que figura en el conjunto, la duda radica en a quiénes de sus miembros representan los bultos yacentes.

La reja que cierra la capilla fue costeada en el siglo XIX por la familia Retuerto.

La calle central está presidida por una talla gótica del siglo XIV de Santa María.

Entre las calles laterales se incluyen esculturas que representan a los evangelistas, los apóstoles y los padres de la Iglesia.

Fue en 1749 cuando el artista Andrés de Rada pintó la calle central en estilo rococó.

Construida en 1542, en esta capilla ha encontrado cobijo el Cristo del Portal, talla gótica hispano-flamenca de hacia 1490-1500, que anteriormente estuvo en la desaparecida ermita de la plaza portugaluja del mismo nombre, desde donde fue sacado para ser quemado en la Guerra Civil.

La mandó construir en 1569 el capitán y mercader Juan de Ugarte, quien está enterrado en la lauda sepulcral en el suelo, junto a su esposa Teresa Gómez de Matiartu y Butrón.

Nave central y cabecera.
Sepulcro de los Salazar.
Retablo mayor.
Retablo de Santiago Matamoros.