Viajó a Italia para perfeccionarse, conversando con los orientales que frecuentaban los puertos marítimos.
En 1692 sucedió a D’Auvergne en la cátedra de siríaco, en el Colegio Real.
Su gran obra fue la Bibliothèque orientale, ou Dictionnaire universel contenant tout ce qui regarde la connoissance des peuples de l’Orient,[1] que le ocupó casi toda su vida, y que Antoine Galland completó en 1697.
Una versión de divulgación también se publicó en octavo, 6 vols (París, 1781-1783).
Otras obras de D’Herbelot, ninguna de los cuales ha sido publicada, incluyen una Antología oriental, y un Diccionario árabe, persa, turco y latín.