Barrio de la Puente

Se piensa que el nombre de la población proviene del puente romano de un arco que comunica las dos orillas del pueblo sobre el río Vallegordo.

[1]​ Según la clasificación climática de Köppen,[5]​ el municipio se encuadra en la variante Csb,[6]​ es decir clima mediterráneo de veranos suaves, siendo la media del mes más cálido no superior a 22 °C pero superándose los 10 °C durante cinco o más meses, y caracterizado por temperaturas medias anuales por debajo de los 9 °C, precipitaciones cerca de los 1000 mm anuales, nevadas invernales y veranos secos.

[10]​ Entre las especies animales, son comunes el rebeco en las cotas más altas, la perdiz pardilla, la liebre de piornal, el lobo, corzo, y el jabalí.

Cita el centeno, trigo, lino, patatas, legumbres y pastos, junto con el ganado y la harina producida en los molinos locales, como los principales productos de la población.

Aunque los concejos mayores desaparecieron en el siglo XIX para dar lugar a los municipios, las poblaciones constituyentes siguieron rigiéndosede facto por los concejos vecinales, hasta que estos adquirieron entidad jurídica en el siglo XX, como entidades de ámbito territorial inferior al municipio (EATIM), regidas por un alcalde pedáneo y junta vecinal.

[11]​ En lo que concierne la agricultura, tenían mucha importancia antaño el cultivo del centeno, trigo, además de las legumbres y patatas, dedicados principalmente al autoabastecimiento.

[7]​[18]​ Se accede a Barrio de la Puente tomando la carretera CV-128-2 desde LE-493 que, por el este, conecta con la autopista AP-66 y con las carreteras autonómicas CL-623 y CL-626 en la localidad de La Magdalena, y por el oeste llega a Villablino a través del puerto de la Magdalena.

[27]​ Madoz en el siglo XIX ya menciona como construcciones destacadas el puente romano de factura medieval que presta su nombre a la población, la iglesia parroquial y tres ermitas.

Entre estas, la más interesante es la ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, fundada por el cura Juan Rubio Bardón en 1756 y que exhibe un blasón en la fachada.

Entre las costumbres más renombradas están el filandón y el calecho, reuniones de vecinos para pasar el rato contando historias o jugando a las cartas.

Los filandones tenían lugar durante las largas tardes de invierno y los asistentes realizaban tareas domésticas como el hilado durante estas reuniones, de donde reciben su nombre.

Puente sobre el Vallegordo
Vista del Valle Gordo desde Barrio de la Puente
Iglesia parroquial de Santa María
Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno
Viviendas remodeladas, combinando elementos arquitectónicos antiguos y modernos