Al final del primer acto, don Zoilo descubre la relación entre Prudencia, que estaba prometida con Aniceto, y Juan Luis.
Dolores se arrepiente, al ver la tristeza de su marido, de no haber intervenido nunca a su favor, pero Don Zoilo no acepta sus disculpas y le dice que se marche con Prudencia y Rudecinda.
La obra tiene un final trágico: Zoilo agarra una soga y tiene pensado colgarla en un árbol para ahorcarse.
Al intentar disponer la cuerda, se traba con un nido de hornero, que no logra derribar.
Sin embargo, al día siguiente del estreno, la crítica se manifestó disconforme con el final.
Sobran las filosofías sobre la vida y está de más el papel poco lúcido (íbamos a decir otra cosa) de Aniceto, cuando evita el suicidio del viejo y luego lo abandona para que se repita la tentativa».Florencio Sánchez se debió ver afectado por la crítica, ya que permitió que José Podestá modificara el final de la obra, como había indicado la crítica.
El segundo y el tercer acto, en cambio, se desarrollan en un humilde rancho que le presta Aniceto a Don Zoilo, que contrasta con la elegancia de la estancia del primer acto.
Muchos hechos importantes suceden fuera de escena, durante el tiempo indefinido entre los actos.
En total, se puede estimar que la obra transcurre en un lapso de uno a tres meses.
En muchas ocasiones don Zoilo ignora las preguntas de los demás personajes tarareando o murmurando.