Es precisamente debido a esta datación, que se le ha dado también el nombre de barco de Jesús, aunque no existen obviamente indicios que fuera usado por él o ninguna otra persona específica.
Si bien, no parece que era muy adecuada para cruzar el lago cuando este estaba expuesto a fuertes vientos del sureste (conocidos como sharquía), típicos de las estaciones de verano y otoño, ni durante las esporádicas tormentas invernales.
[1] Allí se quedó enterrado en barro profundo, lo cual protegió a la estructura de la putrefacción bacteriana durante dos milenios.
Horas después, se reveló la gran importancia del hallazgo y su edad estimada.
Todos los demás datos conocidos se basan en escritos de autores romanos, representaciones en mosaicos encontrados en la zona y la propia Biblia.
Si bien no se le puede relacionar directamente con ningún acontecimiento mencionado en la Biblia, los arqueólogos creen que este tipo de barcas es el que servía a Jesús y sus discípulos, algunos de los cuales eran pescadores con pocos recursos.
[7] Antiguamente, Magdala fue un centro importante de la industria pesquera y productos derivados como el garo (en latín: garum), que se producía en cantidades para su exportación.
[8] Una fuente contemporánea del siglo I que arroja ciertos detalles sobre las embarcaciones de esa época es Flavio Josefo.
[1] El barco del mar de Galilea, sin embargo, es anterior a este episodio.
El dibujo cuenta con suficientes detalles para poder extraer importante información complementaria sobre las partes de la embarcación como velas, timones y aparejos, que no forman parte del casco hallado dos décadas atrás.
[11] Actualmente pertenece al Centro Bíblico de Schleswig, siendo usado con fines museísticos-educativos.
El centro organiza actividades para niños y adultos en este tema.
Fue construida en Prudnik por artesanos de buques pomeranios, bajo supervisión del historiador y misionero franciscano polaco Antoni Dudek.