El elevado amperaje solicitado a la batería al arrancar el motor produce una fuerte caída del voltaje que proporciona la batería.
Algunos balastos de reactancia inductiva ven incrementada su resistencia interna cuando la corriente que fluye a través de ellos aumenta, y disminuye si la corriente disminuye.
Por lo tanto, este tipo de balasto tiende a mantener la corriente que fluye por él constante a pesar de las variaciones en la tensión aplicada o cambios en el resto del circuito.
Las ventajas de este sistema es que su reactancia limita la corriente disponible a la lámpara, con pérdidas de potencia mínimas en el inductor y, que el pico de alta tensión que se produce cuando la corriente que pasa a través del inductor es rápidamente interrumpida, se utiliza en algunos circuitos para encender el arco eléctrico en la lámpara.
Vulgarmente al balasto se lo conoce como reactancia, ya que debido a la corriente alterna la bobina del balasto presenta reactancia inductiva.
Al ser elementos que van conectados a la red eléctrica domiciliaria, por lo general están normalizados (IEC, IRAM, CE, etc.).
Además, el rendimiento de las lámparas fluorescentes aumenta un 9% cuando se llega a 10 kHz, y continúa aumentando poco a poco hasta los 20 kHz.
La carcasa que contiene los componentes tiene forma oblonga para encajar en el lugar de los viejos balastos en las luminarias.
Este tipo de balasto es que se utiliza en las lámparas llamadas compactas.