En los años treinta, el inventor y guitarrista estadounidense Paul Tutmarc desarrolló el primer bajo eléctrico de cuerpo macizo de la historia, un instrumento muy similar a los bajos modernos, que había sido diseñado para ser sostenido y ejecutado horizontalmente.
[11] Su "Precision Bass", introducido en 1951 se convirtió en el estándar de la industria y sería infinitamente copiado con posterioridad.
Bill Black, bajista de Elvis Presley adoptaría el Precision Bass en torno a 1957.
[21] Fender lanzó seis años más tarde su modelo Mustang Bass, un instrumento de escala corta (30 pulgadas frente a las 34 del P-bass o del J-bass) y precio reducido dirigido principalmente al mercado de principiantes y estudiantes.
Llamamos trastes a estas barras de metal, aunque comúnmente se suele denominar también al espacio que estos crean entre ellos.
Construida de plástico, marfil, hueso u otros materiales, como el grafito o el latón, tiene la función de sujetar las cuerdas a la altura del clavijero, permitiendo que vibren libremente y transmitiendo esta vibración al mástil.
Los bajos acústicos están equipados normalmente con pastillas piezoeléctricas o magnéticas que permiten la amplificación del instrumento, dado su reducido volumen natural.
El mástil puede estar atornillado al cuerpo (bolt-on), o puede ser del tipo neck-thru body, es decir, de una sola pieza.
En un bajo con trastes, estos separan el diapasón en divisiones de semitono, como ocurre en la guitarra.
La vibración así producida ofrece un sonido más dulce y cálido, y el bajo sin trastes permite ciertas técnicas de ejecución que no son posibles en un bajo eléctrico normal, como el glissando continuo, o la afinación microtonal.
[63] El primer bajo sin trastes fue construido por Bill Wyman en 1961, cuando arrancó los trastes a un bajo económico de fabricación japonesa, un instrumento que se puede escuchar en temas de The Rolling Stones como «Paint it black».
Esta afinación es equivalente a la del contrabajo, y corresponde asimismo a la afinación de las cuatro cuerdas más graves de la guitarra, solo que una octava más grave en el caso del bajo eléctrico.
[71] Para ampliar el rango estándar del instrumento de cuatro cuerdas, los constructores tienen tres opciones: ampliar el número de trastes, utilizar afinaciones alternativas o añadir cuerdas extra: Afinaciones en quinta (por ejemplo do, sol, re, la, similar a la del violonchelo) permiten un rango extendido tanto en graves como en agudos.
[80] Entre los bajistas que usan este tipo de instrumentos podemos citar a Yves Carbonne, Jean Baudin, Bill Dickens, Phil Lesh o Al Caldwell.
Estas variaciones magnéticas producen a su vez una pequeña carga eléctrica de bajo nivel en la bobina, que es amplificada posteriormente y que, a través del altavoz, produce el sonido final del instrumento.
Con menos frecuencia se emplean asimismo pastillas no magnéticas, generalmente de tipo óptico.
[116] Leo Fender había diseñado su Precision Bass original dando por sentado que los músicos utilizarían el dedo pulgar de la mano derecha para pulsar las cuerdas, como, de hecho hacían los primeros bajistas en adoptar el nuevo instrumento.
[118] Igualmente, existen numerosas diferencias en cuanto a la posición de reposo del pulgar de la mano derecha: algunos bajistas usan el apoyapulgar que Fender había diseñado originalmente; otros lo apoyan sobre la pastilla o sobre el lateral del cuerpo; y otros, por último lo apoyan sobre la cuerda más grave o sobre aquella que desean mantener en silencio.
[120] Esta técnica, llamada tanto para guitarra como para bajo palm mute, era favorecida en los primeros modelos Precision por la localización del apoyapulgar bajo las cuerdas, pero el dispositivo fue más adelante situado sobre las cuerdas hasta desaparecer por completo en los años ochenta.
Mediante la técnica de slapping, muy frecuente entre los bajistas de funk, se logra un sonido percusivo muy característico que se consigue al golpear con el pulgar (slapping en inglés) las cuerdas graves y pellizcar con los dedos índice y medio (popping en inglés) las cuerdas más agudas.
En los últimos años Victor Wooten ha popularizado la técnica del double thump, que consiste en golpear dos veces (una con la yema, la otra con la uña) cada cuerda.
El empleo de distintos materiales (plástico, nailon o fieltro) proporciona diferentes sonoridades.
La mano izquierda cumple una tercera función: mutear las cuerdas que no deberían sonar para eliminar las vibraciones no deseadas y la resonancia por simpatía, lo que resulta de vital importancia para obtener un sonido limpio y definido.
En los bajos con trastes el vibrato se aplica en la mayoría de los casos alternando rápidamente la nota con otra inmediatamente superior.
[132] Otra técnica a disposición de los bajistas son los armónicos, que se consiguen aplicando una ligera presión sobre el traste con la mano izquierda, evitando que la cuerda llegue a hacer contacto con el traste, para posteriormente pulsar la cuerda con la mano derecha.
Mediante esta técnica, cuyo origen encontramos en la guitarra eléctrica, el músico emplea ambas manos para ejecutar veloces pasajes presionando las cuerdas contra los trastes del diapasón.
Algunos bajistas que han obtenido notoriedad con esta técnica son Billy Sheehan, Stuart Hamm, John Myung, o Les Claypool.
Sin embargo la técnica no está reservada en exclusiva a músicos de heavy metal, siendo usada con frecuencia por virtuosos como Michael Manring, Jeff Berlin o Victor Wooten.
También se puede apoyar distintos materiales sobre las cuerdas para que vibren junto con estas, obteniendo así una amplia gama de sonoridades.
[140] En ocasiones el bajista interrumpe su función básica en la sección rítmica para pasar a ejecutar breaks o solos.