Deben su nombre al ginecólogo alemán Albert Döderlein, quien las describió por primera vez en 1892.
Al igual que los anaerobios grampositivos vaginales, son pleomórficos y aparecen como bastones o cocos.
Durante la exfoliación normal debida al efecto de los progestágenos,[4] los lactobacilos descomponen el glucógeno y se produce ácido láctico (lactato).
Esto crea el entorno ácido fisiológico (pH 3.8 - 4.4), que impide el crecimiento de gérmenes patógenos (disbiosis).
[6] [5] Sin embargo, recientemente un estudio investigó la relación entre la flora vaginal y la supervivencia de los espermatozoides después del coito.