De origen semítico, el nombre se difundió en griego y posteriormente fue latinizado: Babylas o Babilas.
El episodio es poco verosímil, dado que en esa época los emperadores no eran cristianos; y dado que guarda similitud con el que enfrentó a san Ambrosio de Milán y a Teodosio I en el año 390, ya con el Imperio cristianizado, podría ser una duplicación de éste.
Con él murieron tres niños llamados Urbano, Prilidiano y Epolonio.
[3] En la Chronographia de Juan Malalas se refiere que San Babil fue mandado matar por el emperador Numeriano, que de camino a la guerra contra los persas deseaba entrar en una iglesia para presenciar los ritos cristianos, cosa que le fue impedida por el obispo.
Hubo un tercer traslado, a una nueva iglesia construida por el obispo san Melecio al otro lado del Orontes.