Babcock se localiza en una región de la superficie de la luna, que en ocasiones queda a la vista durante libraciones favorables, aunque se ve tan escorado que un observador desde la Tierra apenas puede discernir algún detalle.
El borde de Babcock presenta muescas de erosión y está modificado por impactos posteriores, dejando un perfil exterior un tanto irregular y desigual.
El interior está dominado por flujos de lava, y es relativamente plano.
Otro cráter más pequeño se encuentra en el interior, cerca del extremo norte.
Por convención estos elementos son identificados en los mapas lunares poniendo la letra en el lado del punto medio del cráter que está más cerca de Babcock.