Búsqueda de ayuda

Nelson-Le Gall (1981) distinguía entre búsqueda instrumental de ayuda —que consideraba esencial para el aprendizaje— y dependencia pasiva.[2]​ La persona que sufre una situación negativa puede experimentar dificultades para buscar ayuda.Por otra parte, numerosos mecanismos preparados para asistir a personas en determinadas dificultades, por ejemplo la violencia machista, no pueden activarse si esas personas no buscan ayuda.[11]​ Cuando el alumnado de alta autoeficacia afronta una necesidad, tiende a buscar ayuda, mientras que el alumnado de baja autoeficacia, en circunstancias similares, es más reticente a buscarla (Linnenbrink & Pintrich, 2003; Nelson & Ketelhut, 2008; Paulsen & Feldman, 2005; Pintrich & Zusho, 2007; Tan et al., 2008).En 2011 se reexaminó y revisó por pares que la actitud de apertura hacia otros (por ejemplo pedir sal a la vecina o hablar con la cajera del supermercado) puede preparar a las personas para buscar ayuda en contextos de grupos cerrados.
Letrero que anuncia una mesa de ayuda. «Pregúntanos cualquier cosa»