Dependencia emocional

La persona que depende de la otra puede llegar a adoptar hábitos perjudiciales para sí misma debido al fuerte deseo y necesidad psicológica de estar en continuo contacto con la otra persona.

La dependencia presenta síntomas variados que dificulta su diagnóstico, desde la depresión, los trastornos obsesivos o los síndromes desadaptativos.

La dependencia emocional, recibe diferentes denominaciones en la literatura, artículos académicos y en los libros de autoayuda.

Los paralelismos que guarda con la dependencia emocional son indudables, no obstante, algunos autores matizan la siguiente diferenciación: Adicción como rasgo: Se repite una y otra vez el mismo esquema en todas las relaciones de pareja.

Dependencia emocional como estado: Esto es, no sucede de manera sistemática en todas las relaciones.

En la dependencia emocional se emplea el término objeto, que proviene del psicoanálisis.

Por último, es frecuente encontrar textos en los que se refieren a la dependencia emocional como un trastorno de personalidad, pero esto es erróneo, ya que no se encuentra recogido como tal en ningún manual diagnóstico como el DSM-IV o el CIE-10.

Pudiendo comportarse esa persona de modo completamente diferente con otras parejas sin dependencia emocional, ya que estas no suscitarían en él dichas respuestas.

Siendo los siguientes síntomas algunos de los más frecuentes: Si la expareja se pone en contacto con el dependiente emocional y le genera expectativas de reconciliación, aunque sean mínimas, todos estos síntomas desaparecerán automáticamente.

Si este periodo se gestiona de forma adecuada, los síntomas remiten con el paso del tiempo.