En Barcelona, todavía se pueden admirar los anuncios de Cinzano y Anís del Mono, protegidos por un cristal que luce en su fachada el bar La Principal.
[1] En Valencia el azulejo ornamental se empleó tanto en exteriores como interiores, destacando por su importancia la elaboración de carteles publicitarios.
Los azulejos que se contemplan en el techo abovedado, fueron creados en 1919 por el artista sevillano Enrique Orce y representan escenas taurinas.
Otros murales se encuentran en las paredes del establecimiento y constituyen claros exponentes de publicidad cerámica.
En su mayor parte vienen referidos a bebidas alcohólicas como Garvey o Domecq ya que los propios fabricantes pagaban por promocionarse en el establecimiento.