Durante este trayecto, la vía flanqueada por mansiones y palacetes de inicios del siglo XX, pequeñas torres de oficinas construidas en la década de 1980, pequeñas plazas ajardinadas, cafés al aire libre, bares, restaurantes, hoteles de todo tipo y docenas discotecas.
[2] En este tramo, comprendido entre las avenidas Patria y Francisco de Orellana, donde empieza la ciudad moderna, la estructura presenta únicamente dos carriles (uno en cada sentido), por lo que recibe la denominación de calle.
Este particular es causado por la estrechez de las vías diseñadas a inicios del siglo XX, cuando todo el sector fue planificado como una ciudad jardín para las clases más acomodadas de la capital ecuatoriana.
Abriéndose paso hacia la ciudad moderna, la estructura se ensancha primero a cuatro y luego a seis carriles (tres en cada sentido) con parterre ajardinado central, con lo que toma la denominación de avenida.
En el sector de Iñaquito discurre entre el parque La Carolina y los altos edificios del distrito bancario de la capital; avanza hacia el bulevar Naciones Unidas, donde se encuentra el sector comercial más activo de Quito, lleno de centros comerciales, dependencias públicas y restaurantes de comida rápida.