En la época, la ruta fue desviada rodeando la Chácara da Brigadeira, señora Josefa Eulália de Azevedo (viuda del brigadier Rafael Pinto Bandeira), y las lluvias abrieron grandes zanjas poniendo en peligro el tráfico.En 1845, el Municipio ordenó finalmente a su procurador que realizase la alineación legal de la vía de acuerdo con el plan urbanístico elaborado por el planificador municipal y dispuso que se reparasen los tramos dañados.En 1885 aún no habían aceras ni cunetas, y el pavimento sólo llegaba a un pequeño tramo.Tras la Proclamación de la República, se realizaron grandes inversiones para pavimentar toda su longitud hasta la actual Plaza Júlio de Castilhos, obras que se prolongaron hasta la segunda década del siglo XX utilizando todavía piedras irregulares.[2] A principios del siglo XX, se convirtió en el lugar preferido para vivir de las familias tradicionales quienes construyeron allí hermosos palacios entre 1900 y 1930.