Su funcionamiento consiste en 2 dispositivos electromagnéticos, uno ubicado en la vía y el otro en la parte inferior del tren, los cuales activan automáticamente los frenos del tren si el conductor no ha respetado una señal de peligro o está excediendo la velocidad máxima.
Por ello el ATP solo puede ser utilizado si se dejan dos cantones entre un tren y el precedente.
El ATP británico protege la velocidad y el paso de señales en rojo.
Actualmente todas las líneas principales disponen de ATP, y no está autorizado circular por ellas con viajeros sin el sistema en funcionamiento.
El uso del sistema TPWS podría haber logrado evitar los siguientes accidentes: