Una vez que los autofagosomas se han fusionado con los lisosomas, las vesículas resultantes (ya de membrana simple) pasan a denominarse autolisosomas.
En mamíferos, la autofagia es un evento constitutivo que regula crecimiento celular, desarrollo y homeostasis.
Estos fenómenos han sido denominados "procesos de muerte tipo II" (no apoptótica).
[8] El término se deriva de las raíces griegas αὐτός autós ‘uno mismo’ y φαγεῖν phagein ‘comer’.
[9] Autofagia se ha relacionado con proliferación, diferenciación, respuesta inmune contra patógenos, cáncer, apoptosis y recientemente se ha propuesto como una herramienta que permite a la célula obtener energía, ácidos grasos y aminoácidos permitiendo su supervivencia en condiciones adversas.