Autobiografía de un yogui

Se le considera el más importante propagador del yoga y la meditación en occidente.

Anteriormente, otro Swami y yogui hindú, Swami Vivekananda habló en el Congreso Mundial de Religiones de Chicago en 1893, donde fue el orador más destacado según la prensa, pero volvió después a la India.

Sus ojos negros reconfortantes habían sido mi refugio en las pequeñas tragedias de la infancia".

Su relación con su gurú, Sri Yukteswar, se detalla con especial énfasis en la Autobiografía de un Yogui.

A pesar de que Yogananda describe muchos santos y milagros en su libro, su relación con Sri Yukteswar es única.

Yogananda pasó varios años siendo entrenado por Sri Yukteswar para la misión última de difundir la ciencia del yoga en el oeste.

Dijo que "La verdadera base de la religión no es la fe, sino la experiencia intuitiva directa.

Continúa sin parar tu camino hacia la liberación a través del Kriya, pues su poder reside en la práctica".

Refiriéndose a la lógica fascinación por los milagros, y los que poseen poderes milagrosos, Yogananda, en el final del capítulo 35 cita a Lahiri Mahasaya: Yogananda describe cómo fue su primera experiencia de samādhi o superconsciencia en el capítulo 14, titulado «Una experiencia de Conciencia Cósmica», para él lógicamente asombrosa.

Por ejemplo, al empezar a ver por primera vez a través del simbólico «tercer ojo» del espíritu, relata que podía ver en todas direcciones, no solamente hacia adelante, sino también por los lados, hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo, en una especie de visión «ominidireccional», pudiendo además ver a través de los objetos sólidos como paredes, etc. Para alcanzar y experimentar este estado de samādhi sería necesaria la cesación absoluta de todo movimiento y actividad del cuerpo, parándose la respiración, la actividad cerebral, el corazón y el metabolismo, con lo que se produciría la desconexión total y absoluta y de manera casi inimaginable con el mundo exterior y con lo que nos ata al mismo, el cuerpo, que a su vez limita y ata nuestra conciencia, que libre de la limitación de la conexión con el cuerpo podría ampliarse de forma inconcebible.

Tras larga práctica adicional finalmente se conseguiría el control total (nirvikalpa samādhi), pudiendo entrar y salir de este estado a voluntad.

Vaya a esa tierra occidental y propague allí las enseñanzas universales del Kriya Yoga."

Siguió viviendo en los Estados Unidos hasta regresar brevemente a la India durante un viaje de un año por Europa y Tierra Santa en 1935-1936.

El tercero es un resumen del segundo, pero con especial enfoque en Jesús y la Biblia.

Los tres contienen muchas explicaciones sobre las relaciones e interacciones de cuerpo, mente y alma que hasta ahora no había reveladas o al menos publicadas.

Portada de la primera edición de 1946 de Autobiografía de un Yogui