Hirt logró evadir a las fuerzas aliadas y según testigos, se suicidó o desapareció antes de poder ser apresado y juzgado.
Tras ser herido gravemente en 1916 durante la Primera Guerra Mundial sirviendo como voluntario, Hirt recibió la Cruz de Hierro y comenzó sus estudios de medicina en la universidad de Heidelberg donde presentó su tesis en anatomía en 1922 especializándose posteriormente en microscopía fluorescente.
[7] Los cuerpos fueron enviados a Estrasburgo donde permanecieron conservados hasta un año más tarde, agosto de 1944, cuando Hirt ordenó «la partición de los cuerpos y su decapitación.
Los dientes en oro debían serle entregados y las cabezas quemadas.
Estas y otros órganos fueron incinerados en el cementerio de Estrasburgo-Robertsau».