Aunque era personalmente partidario del Tantra, supo mantener el balance entre la disciplina monástica y el misticismo.
A donde quiera que fuese confería iniciaciones, realizaba traducciones y construía monasterios.
Destaca el poema Una lámpara en el camino de la Iluminación que dio origen a la tradición del Lamrim.
Allí residió durante dos años e impartió numerosas enseñanzas a los discípulos de Yhang Chub O.
A pesar de todo, ya que vosotros, mis queridos amigos, a quienes estimo de todo corazón, me lo habéis rogado, os daré estos consejos esenciales con mi mente inferior e infantil: Estos son los consejos que el sagrado ser, el venerable Atisha, dio al Honorable Yhang Chub O.