Al mediodía, un carro de caballos pasó entre la multitud y se estacionó frente a las oficinas del Banco Morgan en el n° 23 de Wall Street, en la esquina más activa del distrito financiero.
El caballo y el carro volaron por el aire en pedazos, matando más de 30 personas casi instantánemente.
El fiscal de distrito adjunto de Nueva York señaló que el momento, el lugar y el método empleado apuntaban a Wall Street y JP Morgan como los objetivos de la bomba, lo que sugería que había sido colocada por oponentes radicales al capitalismo, como anarquistas, bolcheviques, comunistas o socialistas militantes.
El caso fue investigado por más de tres años por la BOI y no se pudo dar con los autores.
[7] Entre los sospechosos, un galleanista en particular, Mario Buda (1884-1963), cercano a Sacco y Vanzetti, ha sido acusado como el autor del atentado, como venganza por las condenas de sus compañeros.