Atelana
La farsa atelana, originariamente en idioma osco, se remonta al siglo IV a. C. y se suele atribuir su origen a los habitantes de la antigua ciudad de Atella, en Campania.Según el historiador Tito Livio, fue importada a Roma en 391 a. C. Normalmente se configuraba por medio de improvisaciones satíricas y populares, que mezclaban todo tipo de bromas y chascarrillos, tanto en prosa como en verso, según el ingenio y atrevimiento de quien la representara.En el siglo I a. C. algunos autores cultos como Lucio Pomponio y Novio le dieron empaque literario.La participación en estas farsas no estaba exenta de riesgos, pues al constituir su tema principal la sátira, a veces se atacaba o se ridiculizaba a los poderosos, lo que podía acarrear muy serias consecuencias.Según cuenta Suetonio en sus crónicas, Calígula hizo quemar vivo a un actor, cuyo nombre no ha llegado hasta nosotros, por ridiculizarlo en una farsa atelana.