Asociación Trabajadores del Estado

Allí se juntaron trabajadores, fundamentalmente de extracción anarco-sindicalistas, para decidir como organizarse.

En esa ocasión los trabajadores fijaron un principio que hasta el día de hoy rige la política del sindicato: “...

Al pie de cada página se podía leer la leyenda “Una vez leído páseselo por favor a otro compañero”.

Sin embargo, tanto con la dictadura militar primero como con el gobierno civil que gobernó mediante el fraude después, aumentaron los niveles de explotación y la situación general de la clase trabajadora en su conjunto empeoró, lo que se manifestó en un aumento del desempleo y la pobreza.

Desde el Departamento de Trabajo, el entonces Coronel Juan Domingo Perón inició un proceso que comenzaría a dar repuesta a los reclamos históricos de los trabajadores argentinos.

Ante esa incipiente política destinada a “dignificar las condiciones empleo” los sectores conservadores reaccionaron con fuerza y exigieron el desplazamiento Perón.

Así fue como el entonces Secretario de Trabajo y Previsión fue detenido en la Isla Martín García.

Se iniciaba una época en que los trabajadores ganarían protagonismo en la vida política del país y verían realizados muchos de sus históricos reclamos.

Esto dio inicio a un largo período en que se sucedieron violentas dictaduras militares y gobiernos “tutelados” por el poder militar.

Para el año ’69 la dictadura de Juan Carlos Onganía, autodenominada “Revolución Argentina”, llevó adelante una política represiva hacia el movimiento obrero y estudiantil e impuso un modelo económico excluyente y antipopular.

Durante este período se logró aumentar en número considerable las sedes del gremio en todo el país, siendo uno de los 25 representantes en la famosa reunión de "Los 25", donde se dispuso realizar un paro general a la dictadura militar.

En esa reunión deciden formar la Agrupación Nacional Unidad y Solidaridad de la Asociación Trabajadores del Estado (ANUSATE).

El objetivo de la misma según su carta fundacional era recuperar ATE, derrocar a las autoridades de facto, reorganizar la CGT y lograr que el peronismo vuelva al poder.

En el año 1987 ATE reforma su estatuto con la idea de profundizar la unidad, la autonomía y la democracia interna.

De este modo los afiliados dieron su aval al proyecto político sindical que conducía la organización desde su recuperación en 1984 y posibilitaron su continuidad.

Esto provocó una ruptura con la CGT y promovió la creación de una nueva central sindical.

Las privatizaciones de las principales empresas del Estado empiezan a mostrar su cara más trágica.

ATE denunció que ese acuerdo había sido realizado “a espaldas y en contra de los intereses de los trabajadores” y no participó ni suscribió documento alguno al respecto.

Juan Gonzáles y Teodoro Peralta fueron quienes resultaron elegidos para conducir el sindicato.

Realizó su Congreso Federal en la Isla Demarchi, en los mismos talleres donde trabajaban los fundadores del gremio.

Si bien el menemismo había sido desplazado del poder, con Fernando de la Rúa se mantienen y profundizan las políticas neoliberales que llevará al colapso total de la economía argentina.

En ese contexto, el Congreso nacional votó una ley que recortaba un 13% los salarios estatales.

A principios de 2001 se realizó en Porto Alegre la primera edición del Foro Social Mundial bajo el lema: “Otro mundo es posible”.

ATE participó del encuentro, para llevar su experiencia en la organización de los trabajadores y los sectores populares en la lucha contra el neoliberalismo.

ATE siguió resistiendo y la criminalización de las protesta avanzó en todo el país.

En Neuquén fue encarcelada la conducción de ATE y la CTA que encabezaba el dirigente Julio Durval Fuentes.

En Entre Ríos se produjeron atentados y amenazas de muerte contra el dirigente Mario Mazarotti.

La lista Verde ANUSATE volvió a triunfar con más del 90% de los sufragios.

ATE denunció e impugnó dicha injerencia oficial en la vida interna de la Central.

Desde entonces, ATE concentra sus esfuerzos en la lucha por la plena estabilidad de los trabajadores del Estado, el acceso al salario mínimo vital y móvil en provincias y municipios, la igualdad del salario para trabajadores que realizan la misma tarea, entre otras cuestiones que fueron históricamente sus banderas.

ATE manifestándose en la Marcha Federal de 2016 .