Asesinato de Carlos Palomino

Estébanez viste una sudadera de marca Three Stroke,[3]​ identificada como simbología skinhead neonazi.[7]​[5]​ Esa misma noche fue recluido en Soto del Real y luego trasladado a Alcalá Meco en espera de juicio.[2]​[9]​[10]​ En todo momento el acusado intentó desvincularse del movimiento ultra,[4]​ a pesar de que diversas asociaciones fascistas y neonazis le mostraron abiertamente su apoyo.Fue además la primera vez que la justicia española aplicaba el agravante de motivos ideológicos en una condena.[9]​[11]​[3]​ Tras la muerte de Palomino, su madre, Mavi Muñoz, se ha convertido en activista antifascista.[15]​ Los colectivos antifascistas colocaron hasta en cuatro ocasiones placas en las bocas de Metro donde había fallecido Carlos Palomino, pero siempre eran vandalizadas.[3]​[25]​[12]​ En 2017, décimo aniversario del crimen, fue convocada una manifestación en Madrid a la que acudieron unas mil personas.
Grafiti en homenaje a Carlos Palomino en Madrid
Grafiti en memoria de Carlos Palomino en Valladolid
Placa conmemorativa en Madrid .
Fuentes de Zaragoza teñidas de rojo en homenaje a Carlos Palomino (2008).