Momentos antes, María Pilar Rubio, esposa y madre de los asesinos, discutió con Berrueta porque ella quería poner un cartel en la panadería regentada por el tendero donde exponía que los atentados del 11-M fueron obra de la banda terrorista ETA.La muerte también provocó un debate político entre la izquierda nacionalista y los responsables de la Ertzaintza.Eran miembros de la organización Gurasoak de apoyo a los presos vascos, ya que tenía detenidos a dos hijos desde 1997, que acabaron siendo declarados inocentes en el correspondiente juicio.Aunque Berrueta se negó con respeto, la mujer intentó colocar el cartel.[3] Sólo Valeriano de la Peña fue detenido inicialmente por la policía, pero por la noche también el hijo fue arrestado.[4] Al día siguiente una manifestación fue convocada en Hernani a mediodía para protestar por el asesinato.Pocos minutos después llegaron al hospital y les informaron de que estaba muerta.Como vecinos, afirmaron que no se llevaban bien con Berrueta y eran conscientes de su militancia política.Muñoz había recibido días antes la Medalla de la Policía Foral, y en 2015 fue nombrado fiscal del Tribunal Supremo.En 2011 se creó la plataforma Angel Gogoan en su memoria y con el objetivo de exigir justicia.En 2014, en el décimo aniversario del asesinato, tras una recogida de firmas, se presentó en el Ayuntamiento de Pamplona una moción en la que se pedía que Ángel Berrueta fuera considerado víctima política.En ese aniversario, sus amigos y familiares colocaron una placa conmemorativa en el barrio de San Juan.