El asedio de Ragusa (actual Dubrovnik en Croacia) por los Aglabíes de Ifriqiya duró quince meses, comenzando en 866 hasta el levantamiento del asedio al acercarse una flota bizantina, en 868.
Al enterarse de su acercamiento por algunos desertores, los sarracenos abandonaron el sitio y regresaron a Bari.
[5][6] Esta expedición fue el primer ejemplo de la nueva política exterior asertiva que Basilio favoreció en Occidente.
Basilio envió funcionarios, agentes y misioneros a la región, restaurando el dominio bizantino sobre las ciudades y regiones costeras en la forma del nuevo thema de Dalmacia, mientras dejaba a los principados tribales eslavos del interior en gran parte autónomos bajo sus propios gobernantes; la cristianización de las tribus eslavas también comenzó en este momento.
Aunque este intento fracasó, dos años más tarde Bari cayó ante Luis.