Ifriquía[1] (pronunciado /ifri'qiːa/; escrito en árabe, إفريقية romanizado Ifriqiya, en tifinag ⵉⴼⵔⵉⵇⵢⴰ), en algunas fuentes el-Maghreb el-Adna (en árabe: المغرب الأدنى) es, en historia del islam medieval, un territorio del norte de África que corresponde aproximadamente al actual Túnez, excluyendo las partes más desérticas, la región de Constantina del noreste de Argelia y la Tripolitania (actual Libia).
Los omeyas tomaron el territorio después de ganar la guerra contra Kusaila y la reina Kahina.
[2] El califa omeya Al-Walid I nombraría gobernador de esta provincia a Musa ibn Nusair, que posteriormente participaría en la invasión musulmana de la península ibérica, enviando una primera expedición a Hispania en el 711, al mando del bereber Táriq ibn Ziyad.
Son sustituidos a finales del siglo IX por grupos ismailíes, una rama heterodoxa del islam chií que se hace fuerte en la zona y que proclamará en ella el Califato fatimí.
Los fatimíes se extienden posteriormente hacia Egipto, que se convertirá en el centro del califato debido a que desde mediados del siglo X, las revueltas bereberes hostigan sin cesar al poder fatimí en Ifriquía.