Ibrahim I ibn al-Áglab (en árabe, إبراهيم بن الأغلب) fue el primer emir aglabí (800- 5 de julio de 812), el fundador del primer emirato cuasi-independiente en Ifriqiya (bajo soberanía tan solo nominal) de los califas abasíes en Ifriqiya.
Dominó la revuelta de los jariyíes en Ifriqiya a fines del siglo VIII.
Ibrahim I sometió a control un área que abarcaba el este de Argelia, Túnez y Tripolitania.
Al mismo tiempo, con los enviados del patricio del imperio bizantino en Sicilia, Constantino, se concertó una tregua (kudna) y un intercambio de prisioneros: los embajadores francos entregaron al emir los regalos del emperador Carlomagno para el califa abasí de Bagdad.
Ibrahim construyó un aparato administrativo potente que contribuyó a la prosperidad de Ifriqiya durante un siglo.