Asedio de Numancia

Sin embargo, Escipión Emiliano levantó un ejército de 20.000 legionarios con 40.000 tropas aliadas y mercenarias, especialmente la caballería numidiana dirigida por Jugurta.

Represó el pantano cercano para crear un lago entre los muros de la ciudad y el suyo.

Levantó el río en los puntos por donde entraba y salía de la ciudad y colgó una cadena, con cuchillas, para evitar que tanto los barcos como los nadadores salieran o entraran a la ciudad.

Después del regreso de Escipión, Avarus, el líder numantino, comenzó las negociaciones.

[1]​ Los primeros embajadores enviados por Numancia pidieron su libertad a cambio de una rendición completa, pero Escipión se negó.

El canibalismo se produjo y, finalmente, algunos comenzaron a suicidarse con toda su familia.