Asedio de Metz (1552)

El sacro emperador romano, Carlos V[1]​ sitió a la guarnición francesa que mandaba Francisco, duque de Guisa.[2]​[3]​ El ejército imperial fue incapaz de tomar la ciudad aunque los bombardeos destruyeron gran parte de las fortificaciones de Metz.Los seis mil defensores resistieron las seis semanas de bombardeo.[4]​ Los imperiales hubieron de abandonar la operación aquejados por el tifus, la disentería y el escorbuto,[2]​ dejando a los enfermos y heridos a merced del enemigo, que se encargó de cuidarlos, gesto poco habitual en la época.[4]​ Metz se mantuvo como protectorado francés hasta su anexión formal al reino en 1648 en virtud del Tratado de Westfalia.
Dibujo de la derrota del Asedio de Metz por Carlos V, siglo XVI .