Está considerada como uno de los más importantes ejemplos del Barroco tardío o Rococó.
La fachada barroca, que presenta una ligera convexidad, se integra armónicamente en el alineamiento general de casas vecinas de la Sendlingerstraße, y se decora en su parte inferior con un pedestal que imita la piedra natural.
El cuerpo intermedio, más claro (en azul y blanco), con tribunas reservadas para el emperador (Carlos VII) delimitadas por balaustradas que recorren todo el perímetro de la iglesia.
El altar mayor está encuadrado por cuatro columnas salomónicas, que aluden a las del baldaquino de San Pedro, bien conocido por los hermanos Asam, que habían estudiado en la romana Accademia di San Luca (años antes dirigida por Bernini).
[10] Dos ángeles esculpidos por Ignaz Günther, añadidos posteriormente (1767), flanquean la balaustrada de la galería o tribuna dispuesta sobre del altar.
La restauración que se llevó a cabo entre 1975 y 1983 intentó reproducir su hipotético aspecto original según un estudio de fuentes.
La situada más al norte fue destinada a casa rectoral, y también fue dotada de una fachada Rococó.