Arthur Eichengrün

No obstante, la primera atribución del descubrimiento a Hoffman aparece en 1934, y podría ser un caso de revisionismo anti-judío durante la arianización.Eichengrün consiguió hacerse un nombre gracias a sus numerosos inventos, como los procesos para la síntesis de componentes químicos.Cinco años después, Arthur Eichengrün publicó un artículo en la revista Die Pharmazie en 1949 donde explicaba que había instruido a Hoffman para que sintetizara el ácido acetilsalicílico, quien lo hizo con absoluto desconocimiento acerca del propósito de dicho trabajo.[6]​ No se indicaba cuáles eran esos otros propósitos, pero en 1899 Heinrich Dreser, jefe del laboratorio de farmacología experimental en Elberfeld, los nombró en una publicación como ácidos salicílicos: propionilo, butirilo, valerilo y benzoilo.[7]​ Volvió a hacer alusión a estos derivados en 1907[8]​ y de nuevo en 1918[9]​ No obstante, la afirmación de que estos derivados del ácido salicílico habían sido sintetizados por motivos no terapéuticos es demostrablemente falsa.[10]​[11]​ Las patentes indican que los derivados fueron preparados con el claro propósito de encontrar ácido salicílico con funciones terapéuticas.Sneader concluye que debido a este error, el pie de página escrito en 1934 es fraudulento.En 1897, protargol, una sal de plata desarrollada por Eichengrün en Bayer, fue presentada como una nueva medicina contra la gonorrea.Protargol se utilizó hasta que las sulfamidas y más tarde los antibióticos aparecieron en los años 40.